lunes, 10 de noviembre de 2008

al estilo Kafka...


Dedicado a mi amigo Dani, y todo aquel que como yo se ha desesperado más de una vez...

Prólogo:

[Admirador de Mann, de Falubert de Dickens, de Hesse, Kafka rehuía todo lo que fuera "demasiado intelectual". La vida en el campo era su ideal. Tenía un poderoso sentido autocrítico. Reprobaba todo lo que tuviera apariencia de "artísticamente inventdado". Era sereno, observador, reservado. Sus juicios tenían algo de elementalmente sencillo, natural evidente. En todo daba con lo esencial. "Lo que él decía -recuerda Brod- lo decía de una manera que con el correr de los años iría haciéndose más y más espontánea: era una valiosa expresión de su idiosincrasia totalmente peculiar, paciente, vitalista, irónicamente indulgente con las estupideces del mundo, y allí, humorística, aunque sin descuidar jamás el meollo, lo indestructible de un asunto y, por lo tanto, apartada siempre de lo fatuo o cínico. Sí así era él."]



... "No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives."

-- Metamorfosis--
Franz Kafka

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